País sin memoria.

Un país sin memoria, un país sin recuerdos y un diciembre oscuro. Escoger de nuevo a Tibisay Lucena como rector principal del Consejo Nacional Electoral de Venezuela es retroceder en la credibilidad de las instituciones públicas. Cómo es posible escoger a una persona abiertamente adscrita al Chavismo y a sus ideas. No recordar a Lucena el día del sepelio del comandante Hugo Chávez con su brazalete del cuatro de febrero es hacerse el tonto ante la manipulación de los poderes por parte de la élite gobernante. Escoger de nuevo como Fiscal General de la República a Luisa Ortega Díaz es no darse cuenta de la risa burlona de ella cuando habla de las violaciones a los Derechos Humanos de las personas que protestaron entre los meses de febrero y marzo de 2014. Ambas figuras representan la continuidad del aquelarre de mujeres que se burlan de las instituciones y de todos los venezolanos.